Pequeños adultos potenciales
Sobrin@s
Mi relación con mis sobrin@s es especial y única. Personalmente, descubrí que uno de los
secretos para fortalecer esos vínculos es tratarlos como pares.
Desde que mis sobrinos eran pequeños, decidí hablarles como si fueran más grandes de lo
que eran. En lugar de usar
un lenguaje infantilizado, opté por una comunicación más adulta, pero siempre adaptada a
su nivel de
comprensión.
Dudo que eso les permita desarrollar habilidades lingüísticas más rápidamente, pero se
sienten mejor cuando no les estás inventando un cuento para dibujarles la realidad.
El punto de todo esto es que manejen otro lenguaje y no se queden conformes con
respuestas simplificadoras.
Siempre recibimos preguntas de ciencia. Muchas veces sobre agujeros negros, o cómo
funcionan algunas cosas en la realidad.
De hecho me provoca mucha curiosidad ver lo que les provoca curiosidad a ellos. Tuve que
buscar por qué se producen las estaciones del año y entenderlo yo antes de poder bajarlo
a su nivel.
Otro momento en el que los trato como pares es durante el juego. Nunca dudo en tirarme
al piso con ellos, revolcarme en el arco como si fuera el Dibu Martinez, esconderme en
serio jugando a las escondidas, etc.
No soy solo un adulto supervisando el juego, soy un niño de 1,75 m.
Tratar a mis sobrinos como pares también implica reconocer y respetar sus emociones y
perspectivas. Escucho atentamente lo que tienen que decir, mostrando interés genuino en
sus pensamientos y
sentimientos.
Siempre me sorprenden con las ideas que me tiran y los planteos que hacen. Me gustaría
llevar un registro como hace QK con Joaquín. Ya que viene a la mente, Joaco inventó el
juego "Piedra, tijera y mancha".